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El profeta Jeremías
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27 de Octubre, 2008 · General

El Profeta de Afrentas


Jeremías

JEREMIAS

 

Jeremías siempre encanta a los corazones cristianos, a causade la semejanza que existe entre su vida y la de Jesucristo. Cada uno de ellosfue “hombre de dolores y experimentados en flaquezas”; cada uno vino a lossuyos y los suyos no lo recibieron; cada uno tuvo sus horas de ser desechado,desolado, y abandonado. Y en Jeremías podemos ver, escritas con sus detalles,experiencias que, en nuestro Señor, son relatadas solo ligeramente en losevangelistas. No es de ninguna manera una tarea fácil descubrir el verdaderoorden de las profecías de Jeremías. La clave de su presente arreglo parecehaberse perdido; probablemente los capítulos fueron agrupados más bien conformeal asunto que a la cronología siendo agrupados juntos los que tratan del mismoasunto.

Hay un mensaje especial en el ministerio de Jeremías paralos que han sido compelidos a estar solos, que caen en el suelo para morir, quellenan lo que falta de los padecimientos de Cristo, y por la muerte se levantanpara llevar fruto en el gran mundo de los hombres, a quienes amanapasionadamente.                

1.       Características personales:

 

En Jeremías puede verse, gráficamente, que los más grandes triunfos, se hallan frecuentemente, en los aparentes fracasos. Dice el Dr. H. W. Robinson:

 

Cuando Jeremías procuro detener el curso de una nación y fue derribado y pisoteado; cuando clamo con amargura de corazón contra la inexorable Voluntad que compelía a un poeta a transformarse en profeta, y a un amante de los hombres a convertirse en un enemigo de ellos, poco conocía que la evolución e historia de su solitaria experiencia de fracaso, iban a constituir un éxito del más elevado rango e influencia.

 

Aunque Jeremías lloro frecuentemente por los pecados de Judá y clamo a Dios en su aflicción, la descripción que de él se hace como “profeta llorón” no le cuadra, en realidad. Es como si aplicásemos a Jesús el término de “llorón” porque lloró sobre Jerusalén. Jeremías no era un cobarde pusilánime que gastaba ociosamente sus días desesperándose por la triste condición del hombre. Dice el Dr. A. C. Welch:

 

Jeremías dice que había nacido para estar en contiendas y en discordias con todo el mundo; y, aunque lamentaba la necesidad de ser así, nunca titubeó en cumplir su tarea. En todo lugar en donde aparece se le ve combatiendo.

 

Las palabras de Jeremías eran tan punzantes, tan provocativas, que era inevitable que aquellos a quienes criticaba, intentaran matarlo. Sin embargo, la situación era tan seria que sólo sacrificándose a si mismo podía Jeremías esperar salvar a la nación.  La idea que algunos tiene de que un pastor debe, ante todo, ser un “buen contemporizador” o uno que mantenga a todo el mundo feliz y contento, no tiene valor cuando la amenaza de una inminente destrucción pende sobre las cabezas de los suyos. Los tales deben, más bien, ser amonestados cueste lo que costare. La gente tiende la tendencia de alabar a Jeremías y criticar a los profetas de la actualidad. ¿Cuándo aprenderán los hombres a escuchar a sus profetas más bien que ha silenciarlos?

En realidad, las elogiosas palabras de Milton halladas en “El Paraíso Perdido”, describen bien al profeta Jeremías. Helas aquí:

 

Siervo de Dios, ¡bravo!; has peleado bien

La buena batalla; solo has sostenido,

Contra las sublevadas multitudes, la causa

De la verdad, con palabras más poderosas que las armas.

 

2.       Jeremías el poeta.

 

Mucho del libro de Jeremías está escrito en poesía. Para el lector de habla castellana, esto es difícil de entender, pues la poesía hebrea no se caracteriza por la rima, sino por el ritmo. Se parece al verso libre moderno pero, al mismo tiempo, no está afectada por tentativas artificiales de hacerla remar. El poeta tiene la libertad de expresarse naturalmente.

Cuando se hizo la Versión Reina-Valera, los eruditos carecían del conocimiento necesario para distinguir en la lengua hebrea, la prosa de la poesía. Descubrimientos recientes hacen posible esta distinción en la mayor parte de los pasajes. Es necesario, pues, consular una versión moderna para reconocer el carácter literario de los oráculos de Jeremías. Muchos eruditos han afirmado que Jeremías escribe exclusivamente en poesía y que los pasajes que están en prosa fueron añadidos por editores posteriores, pero esta hipótesis carece de prueba. Aunque los pasajes más conmovedores de Jeremías están escritos en poesía lirica, no siempre este profeta estuvo bajo la inspiración poética. A veces la vida se hace prosaica para todos, aun para un profeta inmortal como Jeremías.                      

 

El libro:

 

Jeremías fue el único profeta que tuvo un secretarioprivado. Teniendo en cuenta esto, uno esperaría que su carrera fuese la máscuidadosamente relatada de la de todos los profetas. Sin embargo, no esasí.    ¿Es esta la contribución de Baruc al relatobíblico?

Estas cuestiones llevaron a los estudiosos a hacerinvestigaciones especiales. Los resultados están registrados en un provechosoestudio expositivo, hecho por el Dr. F.M. Wood, en el cual se encuentran quelos materiales hallados en el libro de Jeremías deben haber circulado en formade rollos separados, cada uno de los cuales contenía sus enseñanzas sobreciertos asuntos. El orden en que están colocados, pues, no es cronológico sinopor temas. Estos distintos rollos han sido unidos para formar el presentelibro. Entre los distintos rollos se han insertado un número de historias de lavida de Jeremías. Partiendo de ésta premisa, hallaron en el libro siete grandescolecciones.

I. Primeras profecías de Jeremías (capítulos 1-6,pronunciadas originalmente antes del año 622 a.C.).

II. La sabiduría falsa y la verdadera (8:4-10:25).

III. Mensajes pesimistas (capítulos 11-20).

IV. Polémicas contra reyes y profetas (capítulos22-29).

V. Pasajes de esperanza (capítulos 30-33).

VI. Sección histórica (cronología arreglada desde elsitio de Jerusalén hasta la huida a Egipto) (capítulos 37-44).

VII. Profecías sobre naciones extranjeras (capítulos46-51).

 

Entre el primer y segundo rollo, fueinsertado su famoso sermón del templo (cap. 7) y, entre los rollos tres ycuatro, aparece una historia de la amonestación de Jeremías hecha durante elsitio de Jerusalén (cap. 21). Tres narraciones que tratan de la recepción de lapalabra de Dios por parte de Israel, conectan las colecciones cinco y seis(caps. 36). La historia del consejo dado por Jeremías a Baruc une una secciónhistórica con las profecías sobre naciones extranjeras (cap. 45). Por fin, seañade un apéndice histórico como último capítulo (cap. 52). Mirándolo de estepunto de vista, el libro de Jeremías queda definitivamente unido. Lo queproduce confusión es intentar arreglarlo cronológicamente.

 

2. La historia del libro

 

Por lo que dice en el capítulo 36 debe llegarse a  la conclusión de que el mensaje de Jeremíaspermaneció en forma oral desde el año 628 hasta el 605 a.C. Es notable que Jeremíaspudiese recitar de memoria lo que había dicho durante este periodo. Es probableque, mientras recitaba también interpretaba de nuevo algunos de sus antiguosmensajes. Cuando esta copia fue quemada por Joacim, fue cosa fácil recordar denuevo estas palabras, “y aun fueron añadidas sobre ellas muchas otras palabras semejantes”(36:32). Los capítulos 1-25 son el resultado de este segundo dictado, aunque aleditarse fueron sometidos a un nuevo arreglo. En estos capítulos han sidoinsertadas las “confesiones de Jeremías”, pasajes que revelan la vida interiordel profeta, que han sido preservados por Baruc, como su fiel biógrafo. Lasotras partes del libro fueron añadidas posteriormente como resultados de laconstante asistencia de que fue objeto el profeta por parte del escriba deJerusalén. Después de la muerte de Jeremías, experimento este libro una redacciónfinal, como aconteció con la mayor parte de los libros del Antiguo Testamento.

Comparando los manuscritos griegos y hebreos, pueden verselas dificultades halladas en la traducción del texto. La versión griega de lossetenta (hecha entre los años 250-100 a.C.), difieren considerablemente deltexto masorético hebreo tradicional. En efecto, una octava parte del textohebreo no aparece en la versión de los setenta. Y el sentido de los pasajes queaparecen en ambos textos es frecuentemente distinto. Estas diferencias seexplican de distintas maneras: la versión de los setenta no intenta traducir literalmenteel texto hebreo recibido. Los manuscritos eran frecuentemente ilegibles. Muchosde los errores eran equivocaciones inconscientes del copista. Solo algunos delos cambio fueron intencionales.

Estas aclaraciones tienen que ver con las muchas variantesdivergentes, pero no con las dos discrepancias mayores: la ausencia en laversión de los setenta de muchos pasajes que figuran en el texto hebreo, y elnuevo arreglo de los capítulos que contienen las profecías relativas a lasnaciones extranjeras.

Las profecías de Jeremías contra las naciones extranjeras aparecenen los capítulos 46-51. Haremos aquí un análisis de la naturaleza de estoscapítulos. En estos capítulos hay profecías contra Egipto (46), Filistia (47),Moab (48), Amón (49:1-6), Edom (49:7-22), Siria (49:23-27), Arabia (49:28-33),Elam  (49:34-39) y Babilonia (50-51). Divisionescomo estas se hayan también en los libros de Isaías y Ezequiel.

Los recientes descubrimientos hechos en Egipto quizás hayanarrojado mucha luz sobre estos pasajes misteriosos de los profetas y a veces, pocoaptaos para la edificación. Dice J. Bright que los llamados “Textos deExecración”, hallados en estos descubrimientos, ilustran como Faraón procuróvalerse de poderes mágicos para oprimir a los enemigos reales o virtuales. Enla primera parte de estos textos, se hallan imprecaciones pronunciadas contravarios enemigos. Estos “Textos” están grabados sobre jarros y tazones que luegoeran rotos, haciendo con eso efectiva la imprecación. Aunque los profetashebreos no empleaban el arte de la magia negra, es probable que hubiera en susfestividades sagradas algún lugar señalado en el que el profeta manifestaba laira Yahweh contra los enemigos de Israel. Esto quizás era acompañado por algúnacto simbólico. La rotura que Jeremías hizo del vaso que representaba Judá(cap. 19), se asemeja mucho a la práctica revelada a los “Textos deExecración”. El sermón inaugural de Amos (1-2), adquieren mayor significado sien verdad el profeta creía que esta pronunciando aquellas diatribas contra lospaganos, para la ocasión, y que luego, de repente, quebró la norma al incluirtambién a Israel entre los objetos de la ira divina,     

Estos oráculos de ira contra los enemigos de Israel edificanpoco a un lector moderno pues en realidad Israel no había sido atacado porestos enemigos. Sin embargo, esos oráculos formaban una parte permanente  del concepto hebreo en cuanto a la historia.El Dios de ellos tenía que triunfar sobre todos los enemigos del pueblo. Loscristianos de hoy se consuelan al leer estas antiguas polémicas, en laseguridad, de que los enemigos actuales de la verdadera fe, hallaran la mismasuerte. Es muy corriente hoy oír predicar sobre la ira divina contra lospecados de América. No debe olvidarse, sin embargo, que las naciones queabiertamente desprecian a Dios merecen una suerte mucho peor.

Las profecías de Jeremías sobre naciones extranjeras que ennuestras Biblias aparecen en el capítulo 46 al 51, en la versión de los setentase hallan después del versículo 13 del capítulo 25. ¿Cómo pudo acontecer esto?La única explicación razonable es que los traductores de la versión de lossetenta usaron un texto hebreo que difería del texto masorético usado hoy. Evidentemente,tanto el texto hebreo como el griego de la versión de los setenta proceden delmanuscrito aun más antiguo, lo que demostraría que dicha versión no está hechasobre el texto masorético. ¿Cuál de los dos textos es más fiel al original?Estudios comparativos de las dos versiones nos mas importantes del libro de Jeremías,como así mismo las pruebas aportadas por los rollos del Mar Muerto, favorecíanel texto masorético sobre el cual están hechas nuestras traduccionescastellanas. No obstante, la versión de los setenta puede preservar en algunos pasajes alguna variante antigua decierto valor.

Cuando uno piensa en las muchas manos por las cuales paso ellibro de Jeremías para su compilación y transmisión, se maravilla de la notablefidelidad de su relato. Solo el cuidado del Señor pudo preservar los libros delAntiguo Testamento a través de tantos siglos. En el libro de Jeremías, no solose halla la fe del profeta, sino también la de la devota comunidad de lossantos que lo compilaron y preservaron. De modo que, en cada libro del Antiguo Testamento,Dios se ha propuesto a hablar tanto a través de un individuo como a través dela comunidad a la cual el perteneció y en la que la infinita gracia de Dios nosincluye ahora también a nosotros. Cuando las enseñanzas de esta profecía seestudian hoy, el lector se convierte en una parte de la dilatada sombra delprofeta.             


Esperanza para el futuro (cap. 30:1- 33:26)

 

Jamás fueron escritos pasajes más conmovedores que los queconstituyen esta parte de la profecía de jeremías. Aunque la mayor parte de losmensajes de este profeta tuvieron por tema el juicio y la condenación, sinembargo, cuando Jeremías sonaba en el futuro, predicaba los sermones que más legustaban, en los cuales ponían todo su corazón.

 

I.                 La fuente del verdadero optimismo (30:1-31:26)

 

Que había pasadopata que el desalentado profeta, llegase a tener tal con fianza en el futuro.No es fácil esperar en un futuro mejor cuando el mundo se está rompiendo sobrela cabeza de uno. Estos capítulos fueron probablemente escritos en el año 587a.C., después de la caída de Jerusalén.

 

<!--[if !supportLists]-->1.      <!--[endif]-->Causa del pesimismo

 

Había muchosmotivos para desanimarse. Israel había recibido de parte de su Dios un golpemortal (30:14). El destierro había empezado. No había cura para las heridas(30:12-31:15). Cualquier medico competente hubiera considerado la situación muydesesperante. En realidad, ningún médico se hubiera atrevido siquiera aintervenir. Al parecer no había otra cosa que hacer sino aguardar  la hora de la muerte.

 

<!--[if !supportLists]-->2.      <!--[endif]-->Causa del optimismo

 

El pesimista pasa por alto el hecho más significativo: elhecho de que hay un medico que puede intervenir cuando todos los otrosfracasan. Dios obra milagros; tiene poder para curar la herida (30:7), y noespera para ello que lo llamen. Cuando todos daban por perdido al paciente, else ofrece voluntariamente para curarlo. Busca al que fue herido por su irasabiendo que al fin, se mostrará obediente (31:3).

Sigue uno de los más bellos pasajes del antiguo testamento,que describe el proceso por el cual Israel sería restaurado. Es una descripcióndel retorno a Dios (31:4-14). Elretorno lo comenzaría Dios mismo (31:8a). Los israelitas comenzarían el viajeen cualquier condición en que se hallaran: ciegos, cojos, etc. Volverían comoestaban (31:8b). Al comenzar el viaje, llorarían con remordimiento eimplorarían misericordia (31:9a). Al terminar la restauración, “el alma deellos sería como huerto de riego” (31:12), igual a un campo humedecido entierra desierta.

El profeta estaba turbado por el llanto de ellos. El quejidovenía de Ramá, cerca del lugar donde había sido enterrada Raquel, que murió aldar a luz un hijo. También Raquel lloraba y no quería ser consolada porquehabía perdido a todos sus hijos. Sus dolores de parto habían sido en vano, puesIsrael no existía más (31:15). Dios la tranquilizo diciéndole que sus hijos volveríanalgún día a la patria; entonces ella no se afligió más (31:16,17).

Hasta aquí Jeremías se ocupo en demostrar como Dios seconduele de su pueblo desvalido. En un instructivo pasaje (31:18-20), Jeremíasnos dice como Dios mira en lo íntimo del corazón del pecador perdonado, que se lamentaen sincero arrepentimiento. El pueblo se estaba dando cuenta ahora, de que loscastigos les fueron aplicaron por Dios, para enseñarle  la realidad de la vida. Como el novillo escastigado por su dueño para enseñarle a llevar la carga, así también lasadversidades enseñan al hombre a asumir sus responsabilidades ante Dios. Ahorael pueblo está dispuesto a volver en cualquier forma que Dios lo desee, puespor medio del sufrimiento aprendió a someterse a la voluntad de Dios (31_18).

Después de haberse convertido de su terquedad, el pueblo searrepiente (hebreo: “sentirse triste”). Después de haber sido enseñado hirió sumuslo con disgusto (31:19). Estos verbos no están colocados en el orden lógico,pues por lo común, uno se arrepiente y luego se convierte. Primero se sienteconvicto y después se somete a la voluntad de Dios. Aunque el orden natural enque debieran estar estos verbos, es necesario para presentar correctamente lagran experiencia de la reconciliación con Dios, sin embargo el orden en queestán colocados es también muy instructivo. Si bien uno se arrepiente cuando seacerca a Dios, no puede en ese momento ver con claridad cuan terrible su pecadohasta que lo abandona por completo. El tal cree sinceramente que odia el pecadocuando se aparta de el por primera vez, pero más tarde se asombra más que nunca de la necedad de su pecado. Es queahora se da cuenta más claramente que nunca, de que mereció el castigo que seaplico, pues fue un joven perverso (31:19). Este sincero arrepentimiento traeuna rápida respuesta de parte de Dios. El Señor, a semejanza de un padrecompasivo sintió sangrar su corazón, toda vez que ese vio obligado adisciplinar a sus hijos. Ahora que el hijo ha cambiado de actitud, le vuelve abrindar su protección.

Al tornar Israel a su patria, tenía que levantar señales alo largo del camino, montones de piedras que marcara la senda al hogar (31:21).Un erudito dice que este pasaje debiera considerarse espurio, pues se afirma,el viajero no levanta señales en el camino, sino la sigue. Sin embargo, lo que Jeremíastenía en mente era que el que primero atravesaba el camino, debía ponerleseñales para que la siguieran los que venían de tras. Los que emprenden hoy elcamino de la vida debieran hacerlo más fácil para aquellos que lo emprendíandespués de ellos.

Esta parte de la profecía termina con un oráculo que causadificultad. Es este: Jehová creara una cosa nueva sobre la tierra: la mujerrodeara al varón (31:22). Se le han dado muchas interpretaciones a este pasaje.Algunos creen que el verbo tiene el sentido de “conquistar”; de ahí pues que lamujer conquista al varón. Lo más débil conquista a lo más fuerte. De acuerdo conesto, el pasaje significaría que Israel, nación débil, conquistaría a las másfuertes que estaban en derredor suyo. El Dr. Bernando Duhm dice que ese pasajees probablemente la glosa de un escriba. Algún intérprete estaba leyendo el pasajecuando, de repente se dio cuenta del asunto. El capitulo 31:20 se menciona aIsrael como hijo, mientras que en 3:22 se le menciona como hija. Al ver esto, ellector escribió en el margen su opinión en cuanto a este cambio de sexo: “Dioshizo una cosa nueva: convirtió una mujer en un varón”. Esta nota marginal nofue hecha para que se insertara en el texto pero alguno por error, lo introdujoél. Esta opinión es llamativa, pero debe rechazarse por dos razones: 1) habríaque corregir el texto hebreo: cambiar “rodeará” por “cambiará”. 2) esta opiniónes pura conjetura.

La siguiente alternativa es posiblemente correcta: el verbodebe traducirse por “proteger”. Entonces el pasaje significaría que el país ibaa estar tan bien protegido por Dios que hasta una mujer podría rechazarcualquier ataque. Mientras el esposo estuviera trabajando en el campo, suesposa a quien Dios le daría las fuerzas necesarias, lo protegería. Aparte delsignificado que este pasaje pudo tener en los días de Jeremías, tiene hoy porlo menos, uno que es digno de mención. Por la libertad que le concedió la fecristiana, la mujer no es siempre el vaso más frágil. Aunque el que se siente hombrenunca se ocultaría detras de la falda de una mujer; sin embargo, si el talnecesitara alguna vez su protección, ella sin duda se la daría.

II el nuevo pacto (31:27-34)

 

De todos los dichos de Jeremías, éstos son, sin duda, los más significativos. Este es el pasaje que Jesús tuvo en mente cuando instituyó la Cena del Señor (Mt. 26:28). Cuando Jesús dijo “nuevo pacto” quiso decir que el nuevo pacto predicho por Jeremías se estaba ahora instituyendo.  No pudo pensar en un término mejor para describir su obra de salvación. El apóstol pablo cito este pasaje como base del contraste que hizo entre antigua y nueva dispensación (2 Cor. 3:1-18). El escritor de la carta a los hebreos empleo extensamente el significado de las palabras de Jeremías (8:8 y sig.).

Cuando los primitivos cristianos quisieron da un nombre a las nuevas escrituras, a solución no se hizo esperar. Las escrituras judías se llamarían en adelante, “El Antiguo Pacto” (Testamento). De modo que el nombre que llevan ambas partes de la Biblia demuestra en conocimiento profundo que Jeremías tenia de las cosas divinas. Dice el Dr. A. Stewart: “Esto no sólo habla de la nitidez con que Jeremías percibía las cosas espirituales, en un tiempo de oscuridad religiosa casi universal, sino también de la unidad de las Escrituras en la presentación que ésta hace del plan de vida divino, para la salvación de los pecadores”.

 

I.                    Bases del pacto:

Dos son los principios que hay que tener en cuenta para entender el nuevo pacto. Jeremías los menciona en el prefacio (31:27-30). El primero de ellos es el propósito de Dios (31:27-28). Dios está resuelto a restaurar a Israel y se ha puesto en obra para realizarlo. El segundo principio consiste en que cualquier trato que Dios tenga con Israel, lo hará individualmente, no colectivamente. Cada individuo será responsable de sus propios actos (31:29,30). No podrá, pues, culpar a nadie de lo que él haga. Ésta ha sido siempre la manera en que Dios a tratado con los hombres, pero, sin embargo, fue Jeremías uno de los primeros que la comprendió. Nosotros sufrimos por los pecados de nuestros padres, pero no somos responsables de los mismos, como aconteció con la familia de Acán cuando éste pecó en Jericó (jos. 7:22-25).

 

II.                  La naturaleza del pacto:

El nuevo pacto no se establecerá hasta que Israel vuelva a su patria (31:33). Es por eso que este pacto –según dice el Dr. Elmer A. Leslie- “está aún en una etapa tardía del desarrollo. Estamos aquí en la esfera de la escatología. No puede el hombre por sí mismo cumplir el mandamiento divino”. Sin embargo en la plenitud del tiempo, Dios mismo hará que la vida ideal tenga su realización.

Algunos eruditos dudan que Jeremías sea el autor de este pasaje. Los tales afirman que “pacto” es un término legalista que no encuadra con el misticismo, de Jeremías. Sin embargo, no es así; pues Jeremías está empleando aquí un término legal como simple medio para expresar una verdad más profunda. Jeremías está aquí como revivificando el concepto. Este concepto es el fruto natural de su experiencia y de su teología. Dice el Dr. A. Stewart: “el conocimiento que Jeremías tenia de la manifiesta culpabilidad y de la importancia espiritual del hombre, lo obligo – hablando humanamente- a buscar un modo de salvación en el que la gracia se mostrase mucho más abundante. De esta manera, su doctrina del nuevo pacto se hace correlativa de su doctrina del pecado humano”. No hay otra solución para el problema de la depravación del hombre. “Lo que promete el nuevo pacto – dice J. Ph. Hyatt- no es la impecabilidad, sino el perdón”. Dios proveerá al pecador de un medio por el cual pueda reconciliarse con él, un medio que lo capacitará para andar con Dios, mientras siga sojuzgando su pecaminosidad.

El nuevo pacto forma, con el antiguo, varios contrastes notables.

 

a.       El éxito de este pacto está garantizado por Dios. – Resulta instructivo  contrastar los verbos del Decálogo del antiguo pacto (Ex. 20) con los de este pasaje. Los primeros están expresados así: “No tendrás…” “No te harás…” En cambio, los segundos están expresados así “Pondré…”; “Escribiré…”; “Perdonaré”.  Se ve claramente que el éxito del antiguo pacto dependía de la capacidad de Israel para cumplirlo, y esto, evidentemente, Israel no lo podía hacer. Si no lo podía cumplir –preguntara a alguno-, ¿Por qué se hizo? -contestamos- para que Israel viese la necesidad del nuevo. Nunca el hombre habría aceptado la gracia sino se hubiera persuadido de que no merecía el favor de Dios, pues es bien sabido que el hombre,  por lo regular, cree que la merece, hasta que la experiencia le hace ver su completa impotencia.

El antiguo pacto manifiesta la completa incapacidad de Israel para cumplir con las demandas de Dios. Cuando el pacto fue hecho, Israel creyó que podría cumplirlo, pero la experiencia le demostró que no podía. Con todo, se necesitaron largas centurias de trágico fracaso para poner a ese pueblo en condiciones para recibir ese nuevo pacto. Sin embargo, aun después del destierro, Israel creyó que la renovación del antiguo pacto era suficiente. En los tiempos de Jesús, la mayor parte de los judíos no se había persuadido –aun hoy no se han persuadido- de la necesidad de un nuevo pacto. Todo esto hace ver que Jeremías, no solo vio más allá del horizonte de sus días, sino que vio más de lo que sus compatriotas de hoy pueden ver y entender.

 

b.      El nuevo pacto es el pacto final de la gracia.

El primer pacto perdonó el pecado de Israel, pero el segundo perdono el pecado y también la infracción del primer pacto. Dice el Dr. A. C. Welch: “El nuevo pacto perdono la infracción por el cual queda anulado el antiguo”. Una cosa es que un hombre pase por alto los pecados que su esposa haya cometido antes de casarse, y muy otra cosa es que perdone los que cometa después de casarse, mostrándose infiel a los votos matrimoniales.

 

c.       El impulso para guardar ese pacto viene de adentro.

Este pacto esta escrito en el corazón más bien que en las tablas de piedra (31:33). El antiguo pacto –dice A Stewart- exigía “una sumisión forzada a una autoridad externa”. En cambio, el nuevo pacto espera una obediencia que nazca de un deseo íntimo de obedecer más bien que de una obligación. Uno debiera servir a Dios porque tiene deseos de servirlo y no por imposición. A través del proceso de sus propias derrotas, Jeremías llego a darse cuenta de la  necesidad de eta clase de experiencias.

 

d.      El nuevo pacto es un pacto individual. (31:34)

Cada individuo debe tener su propio encuentro con Dios. La fe personal no puede ser enseñada como se enseña una ley que está escrita en una piedra. Cada uno tiene que experimentar por si mismo su realidad. Sin embargo, Jeremías no quiere decir con esto que en el nuevo pacto no hay lugar para maestros. Siempre habrá lugar para ellos. Pero el cometido de los tales será llevara los individuos de que, para estar dentro del pacto les es necesario pasar por la experiencia del arrepentimiento y de la conversión. Después les ayudarán a comprender lo que implica estar dentro del pacto. Todos los que están dentro del pacto tienen necesariamente que haber pasado por esta experiencia de reconciliación con Dios. Dice el Dr. A. C. Welch: “lo único que los hombres no pueden transferir, en este mundo, es su experiencia”.

 

Jeremías no hace mención del lugar que los gentiles tendrían en el pacto; pero, como ese es un asunto individual, no podía estar limitado a Israel, aunque Israel fue el que lo recibió. Al ver a Jeremías, precisamente en el momento de su inspiración más elevada, mostrarse corto en su comprensión del pacto en el que Dios incluía a todos, pensamos en cuán grande es nuestra fragilidad humana. Llama la atención que el que fue dado por “profeta a las naciones” (1:5) se interese más en la destrucción de los paganos que en su salvación.

 

e.      La estabilidad de este pacto.

El contraste final entre el antiguo y el nuevo pacto estriba en la estabilidad de éste último. El antiguo pacto fue quebrantado frecuentemente, pero el nuevo permanecerá. Las antiguas condiciones no tienen más vigencia, pues el que garantiza el buen éxito de estas nuevas relaciones es Dios. La doctrina de la salvación que presenta el Nuevo Testamento está fundamentada sólidamente sobre esta verdad. El que conoce a Jesucristo como su Salvador y Señor personal, tiene con Dios una relación que durará para siempre. Si tal creyente se perdiera, significaría que Dios no cumplió con el pacto.                                             

 

III.                Fe y circunstancias (32:1-44 )

 

Hay en la vida de todo hombre ocasiones en las cuales las circunstancias externas desalientan a la fe. Jeremías estaba pasando precisamente por una de esas circunstancias, pues los ejércitos de Nabucodonosor sitiaban la ciudad, mientras él “estaba preso en el patio de la cárcel” (32:2), por haberse malquistado con Sedequías (32:3). Todo esto hizo que Jeremías tuviera delante de si un panorama muy sombrío del futuro.

 

a.       La visión.

 

Dios informó a Jeremías que Hanameel, su primo, lo iría a ver para ofrecerle en venta un campo que estaba en Anatot (32:6,7). En la adquisición de ese campo Jeremías tenía la primicia. Sin embargo, no se le dijo al profeta que tendría que hacer con la oferta. Por otra parte, no era ésta una buena ocasión para comprar ese campo, pues los ejércitos de Babilonia estaban posiblemente acampados en él.

 

b.      El punto de vista real.

 

Precisamente como Dios lo había dicho, así aconteció. Hanameel llegó para hacerle la oferta a jeremías. Entonces el profeta supo que Dios estaba en este asunto (32:8). Al parecer, Jeremías no había estado antes muy seguro. Si bien Dios, en ocasiones anteriores, le había pedido cosas extrañas, está tenia realmente visos de ser muy increíble. Solo un loco compraría un campo en Anatot durante el sitio.

 

c.       Obediencia de Jeremías.

 

Jeremías supo lo que Dios esperaba de él, pus no lo habría informado de antemano, sino hubiese deseado que el profeta realizase el negocio. De modo que el profeta pesó el dinero, ya que no había en aquel tiempo moneda acuñada. Los diecisiete ciclos de plata pesaban cerca de doscientos gramos. Es imposible decir si el profeta pagó o no por ese campo un precio exorbitante, pues se ignora tanto la extensión del campo como el valor que las tierras tenían en ese tiempo. Sin embargo, se puede afirmar que cualquier precio resultaba excesivo.

El procedimiento seguido en la venta está narrado por un testigo ocular, quien nos informa como se realizaban los negocios en aquel tiempo. Se tomaba una simple hoja de papiro, escribía el documento tanto en la parte de arriba como en la de abajo, dejando un espacio entre las dos inscripciones. La parte de arriba se enrollaba y sellaba como documento oficial, y la de abajo se dejaba abierta para que cualquiera la pudiese leer. Este documento se colocaba en una vasija de barro para preservarla hasta que la tierra recuperara su valor (32:14-15). En vasijas como esta se preservaron por tantas centurias los rollos del Mar Muerto. ¡Quizás algún día también se halle la escritura de Jeremías!             

d.      Surge la duda.

 

No bien Jeremías cumplió con su deber, las dudas se hicieron presentes. ¡Que necesidad comprar un campo en esas circunstancias! Dios había hecho muchos milagros en el pasado (32:16-22) y ahora había cumplido su palabra al traer a Nabucodonosor. Pronto caría la ciudad y la nación sería destruida. ¿Cómo podrían las tierras recuperar de nuevo su valor? (32:25). En tiempos de dificultades, el cristiano sabe que debe hacer y decir y puede sumisamente cumplir con sus responsabilidades. Sin embargo, esto no impide que surjan las dudas. Es significativo que el profeta no haya hecho públicas sus dudas, sino que haya orado, más bien, por ellas.

 

e.      La seguridad dada por Dios.

 

Contestando a Jeremías, el Señor empleo las mismas palabras que el profeta había empleado en su oración. Esa contestación puede parafrasearse: “Tu dijiste que nada es difícil para mí” (32:17). ¿Lo crees realmente? (32:27). Los versículos 38 al 41 tratan el mismo tema que trata el pasaje del capítulo 31:31-34,  aun que en una forma un poco diferente. El pueblo restaurado habitará de nuevo en su suelo, y las tierras recuperarán de nuevo su valor. Se le dará a ese pueblo “un corazón y un camino” (32:39). Es difícil que el pueblo tenga los mismos propósitos, que se ponga de acuerdo para realizarlos. Sólo es Espíritu de Dios puede garantizar tal proceder. Esta vez -¡Alabado sea su Santo Nombre!- Dios se dará sin reservas: “de todo mi corazón y de toda mi alma” (32:41). ¿Cómo podría esto cumplirse sino por la encarnación?

 

IV.                La entrada en la fortaleza de Dios (33:1-26)

 

Este pasaje tiene que ver con la necesidad de la oración como condición para recibir la revelación de Dios. Si el profeta ora con fe, Dios le mostrará los secretos del futuro (33:3).

 

a.       Las verdades de Dios están protegidas

La palabra traducida “ocultas”, en el versículo 3, significa literalmente “inaccesible”. Se emplea generalmente para calificar a las ciudades fortificadas (Num. 13:28; Deut. 1:28; 3:5; 2 Sam. 20:6; Isa. 2:15) y se traduce frecuentemente por “cerrada” o “amurallada”. Se le dijo a Jeremías que las verdades de Dios son inaccesibles para la mente del hombre. Dios las cercó y las colocó fuera del alcance de la mente investigadora. La única forma de conocer estas verdades está en que Dios las revele. La palabra de Dios es dada a los hombres por Dios mismo.

 

b.      Verdades reveladas a Jeremías

El profeta preparó su corazón para recibir la verdad de Dios y ésta le fue dada. Cuando todos los que estaban en torno tuyo fueron presa de desesperación, Jeremías pudo ver que Dios guardaría su pacto hecho con David y Leví. Un día Dios habría de hacer volver a su pueblo a su propio suelo y restablecería el culto del templo. El futuro del pueblo de Dios estaba seguro, pues descansaba en las manos del Dios de la gracia (33:4-26).                

                

           

 

 


 


publicado por franklinr a las 11:57 · 9 Comentarios  ·  Recomendar
Comentarios (9) ·  Enviar comentario
me gustaria saber como murio Jeremias el profeta, escritor de su libros.
publicado por rafael, el 14.12.2008 13:57
agradaezco me soliciten los oraculos de jeremias sobre la nacion de moab y elam gracias por su colaboracion.
publicado por ELIZABETH, el 17.02.2009 22:14
sabe alguien como murio el profeta JEREMIAS... GRACIAS
publicado por rene, el 10.04.2009 20:55
Busco en la Web material sobre capítulo2 de Jeremías (comentarios, interpretación etc.) ¿Me ayudan? bendiciones en Cristo!
publicado por jeremias19, el 17.06.2009 06:57
Es para mi de mucha ayuda sus investigaciones ya que me ayudan a entender mejor la palabra de dios. que el señor JESUS los siga bendiciendo.
publicado por cristina, el 31.10.2009 20:14
bien...me ayuda un monton sus publicaciones , bendiciones abundantes papar todos los que trabajan en la palabra de Dios. si me envian material a mi mail, me harian muy bien . gracias
publicado por gloria neira, el 12.02.2010 21:43
Me gustaría saber teniendo en cuenta Jeremias 2 - 13 y Romanos 6 - 23. Que signos de separación de Dios descubres en el mundo?. Que comportamiento del ser humano muestran que el no aprticipa en su vida?. Crees que es importante para el amor la libertad?. Agradezco el favor.
publicado por Jairo Nuñez suarez, el 12.03.2010 22:03
me encantaria saber sobre cristologia
publicado por JENNY RAMIREZ BLANCO, el 21.09.2010 00:06
Escriba aquí su comentario
publicado por JENNY RAMIREZ BLANCO, el 21.09.2010 00:08
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